La tórtola europea, el relámpago azul

Y es que esta pequeña paloma, parece dueña del aire, se mueve en el espacio con una ligereza, una velocidad y una facilidad de maniobra realmente pasmosas. Cuando una tórtola abandona ruidosamente una encina, mostrando el contrastado dibujo blanco y negro de la cola en una caída vertical, un quiebro, un rápido ascenso, un vuelo lineal del que nadie podría prever lo que va a suceder en el próximo aletazo y, finalmente, en décimas de segundo, desaparece tras la copa de otro árbol, deja la impresión, indudablemente, de un relámpago vivo que pasó a nuestro lado.”

Así comienza la enciclopedia “Fauna” la descripción de este ave, este “relámpago azul” del que hoy vamos a hablar. Y es que no son pocos los problemas a los que se enfrenta este bello animal, que ha visto en las últimas décadas disminuir ostensiblemente sus poblaciones, ante la desidia humana. Afortunadamente, y en los últimos años, parece que se están dando pasos positivos que esperemos puedan revertir la tendencia, evitando así lo que, de otro modo, podría ser otra extinción silenciosa, como la que tuvo lugar a principios del siglo XX con la paloma migratoria americana (Ectopistes migratorius), de la que también hablaremos.

Antes de entrar de lleno en la problemática de conservación de la tórtola europea (Streptopelia turtur), considero importante hacer unos pequeños apuntes sobre la biología de la misma. Se trata la tórtola de un ave con una distribución bastante amplia. Es una especie migratoria que cría en Europa, Asia Central y norte de África, invernando en el África subsahariana, en el Sahel africano, desde Senegal y Gambia hasta Sudán y Etiopía. Sus poblaciones ibéricas son, por tanto, exclusivamente estivales, llegando a España entre marzo y mayo, y marchando tras la cría a sus cuarteles de invernada africanos, en los meses de agosto a octubre.

Como veremos con otras especies, y a pesar del título de esta página web, el estado de conservación de la especie dependerá, no solo de factores que afecten a la península ibérica, sino de aquellos que lo hagan en todas aquellas áreas que la especie habite, ya sea en época de cría o en invernada.

En cuanto a la alimentación de la tórtola, ésta tiene una dieta fundamentalmente granívora, dependiendo en buena parte de las semillas de plantas silvestres, granos de cereal, girasol,…

Es una especie con una marcada filopatria, lo que quiere decir que sus individuos tienen una especial querencia por las zonas donde nacieron, regresando año tras año a las mismas para la cría.

Pues bien. Hasta hace no mucho, era una especie habitual en nuestros campos, en aquellas áreas rurales pobladas por dehesas, o en esos paisajes en mosaico donde se mezclaban los cultivos extensivos con rodales o manchas arboladas. Pero la tendencia menguante de sus poblaciones nos está avisando de que algo le ocurre, de que algo estamos haciendo mal.

Vamos a ver unas cifras, para poner de manifiesto el problema. Las estimas de población europeas del ave varían, según autores, de 2,8 a 14 millones de parejas. En España se ha estimado su población entre 790.000 y 1.000.000 de parejas reproductoras. Según datos de SEO/Birdlife, la población española ha disminuido un 30% entre 1998 y 2013 (en solo 15 años). Los declives poblacionales en otros países europeos confirman la tendencia. A nivel europeo, desde 1980, la población se ha reducido un 70%. Es por esto que la mencionada organización declaró la tórtola europea como Ave del Año en 2015.

Con todo esto, parecería evidente que la tórtola debería tener un alto nivel de protección nacional e internacional, pero lo cierto es que, como veremos, aún se sigue permitiendo la caza de la misma en varios países. Y es que, aún estando protegida a nivel europeo por la Directiva Aves, está incluida en su Anexo II-B (que incluye las especies cuya caza es legal en determinados países de la Unión).

También está incluida en el Libro Rojo de las Aves de España (elaborado por SEO/Birdlife) como vulnerable. Y en la Lista Roja Mundial de las Aves, publicada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), pasó hace unos años de estar considerada “de preocupación menor” a “vulnerable”.

A otros niveles, se están propiciando iniciativas en pro de la conservación de la tórtola. Una conocida iniciativa fue la del ornitólogo Jonny Rankin, que se propuso recorrer parte de la ruta migratoria de la tórtola, en canoa y a pie, para generar conciencia y recaudar fondos para su conservación.

En el año 2007, la Comisión Europea elaboró un Plan de Manejo con los objetivos de propiciar la mejora del hábitat y de desarrollar estudios que permitiesen conocer más acerca de las causas del declive poblacional de la especie.

Más recientemente, un hito importante en la conservación de la tórtola es la publicación en 2018 del Plan de Acción Europeo para la Conservación de la Tórtola. De acuerdo al mismo, los tres principales problemas a los que se enfrenta la especie son:

  1. Pérdida de hábitat, tanto en las áreas de invernada como en las de reproducción, ligadas a los usos de la tierra

  2. Caza ilegal, especialmente en la migración prenupcial y en la época de cría

  3. Caza legal abusiva

Otras amenazas, de menor relevancia o de escala aún desconocida, son: enfermedades (Trichomonas gallinae), competición con otras especies (fundamentalmente, su pariente, la tórtola turca), envenenamientos y cambio climático.

El objetivo del Plan de Acción es la mejora del estado de conservación de las poblaciones de tórtola europea de modo que pueda dejar de estar incluida bajo las categorías de amenaza de la UICN.

PÉRDIDA DE HÁBITAT

Quizá uno de los equipos que más ha estudiado la problemática del ave en la península es el Grupo de Investigación en Recursos Cinegéticos y Biodiversidad de la Universidad de Extremadura, liderado por Gregorio Rocha Camarero y Sebastián J. Hidalgo de Trucios. En estudios llevados a cabo en Extremadura se determinó que, en esa región, las dehesas son los hábitats más utilizados por la tórtola, y las encinas, los árboles donde más nidifican. También se observó la correlación positiva entre la superficie cultivada de cereal y la presencia y nidificación del ave, pudiendo estar relacionada la disminución de superficie dedicada al cereal en las últimas décadas con el declive de la tórtola (pues no olvidemos que es un ave eminentemente granívora).

El abandono del cultivo del cereal ha tenido lugar, sobretodo, en aquellas zonas de tierra más pobre o menos mecanizables, donde era menos rentable. Ahora el cereal se cultiva en grandes estepas cerealistas donde escasean los árboles que pueden servir a la tórtola para edificar sus nidos, y donde tampoco abundan los puntos de agua. Por si eso fuera poco, en estas zonas el manejo del cereal es más intensivo, habiéndose observado una correlación negativa entre el uso de herbicidas en los campos y la abundancia y nidificación de la tórtola, previsiblemente como consecuencia de la disminución de las hierbas primaverales, cuyas semillas servirían de alimento a las tórtolas, antes de poder complementar su dieta con las semillas de las plantas cultivadas. La abundancia de nidos es 3.5 veces menor en campos con herbicidas que en campos sin ellos (Rocha Camarero, G. e Hidalgo de Trucios, S J., 2002).

También se ha mencionado, para Reino Unido, la importancia de los barbechos, y el potencial impacto que está generando la disminución de los mismos (Browne y Aebischer 2003).

Se han identificado como potenciales problemas la disminución de la ganadería extensiva y el pastoreo (o los ungulados salvajes), por una parte, y la sobrecarga ganadera, por otra. Vamos a explicar esto un poco más.

Se ha visto que, en superficies no pastoreadas, la vegetación herbácea tiende al predominio de ciertas especies de gramíneas de gran porte, que compiten impidiendo el desarrollo de otras plantas cuyas semillas si forman parte de la dieta del ave (Noy-Meir y Briske, 1996). La forestación y cuasi desaparición del sustrato herbáceo de numerosas zonas que antaño eran pastos utilizados por el ganado, y donde la tórtola podía alimentarse, es un claro ejemplo de este proceso (Lasanta-Martinez et al., 2005).

Por otro lado, el aumento de la carga ganadera en ciertas zonas, o el mal manejo cinegético que suponen las altas densidades de ungulados silvestres, también disminuye la cantidad de semillas y granos consumibles por las aves granívoras (Fenner y Thompson, 2005, Dunn y Morris, 2012).

En estos términos, y en palabras de Rocha Camarero G. e Hidalgo de Trucios S. J.: Estos cambios en las prácticas agrícolas, consistentes en el abandono del cultivo de la tierra en áreas de baja productividad, han sido favorecidos de forma drástica por la PAC, atendiendo solo a intereses políticos macroeconómicos, y provocando la desaparición súbita de hábitats de gran importancia para la supervivencia de muchas especies entre las que se encuentra también la tórtola”.

Pérdida de hábitat en los cuarteles de invernada

Pero veamos que sucede en sus cuarteles de invernada, en el Sahel africano. Morel y Morel (1979) llegaron a contar 450.000 tórtolas posadas cerca de la ciudad de Richard Toll, en Senegal. En visitas recientes a esa zona no se han encontrado rodales de árboles que puedan sostener esas poblaciones (mencionado en el Plan de Acción Europeo para la Conservación de la Tórtola de 2018).

Y es que el Sahel, ubicado, recordemos, al sur del desierto del Sáhara, está viéndose sometido a recurrentes periodos de sequía, lo cual, unido a la creciente presión poblacional y la disminución de la fertilidad de los suelos, está teniendo una gran influencia en el paisaje. Evidentemente, estas sequías, que tienen como consecuencia inmediata la erosión del suelo y el aumento de aridez, disminuyen la fertilidad de las tierras, llevan a una menor producción de alimentos y, finalmente, inseguridad alimentaria, que ha agravado los conflictos armados y la inseguridad en la zona. Seguramente se trate de una realidad bastante más compleja de la aquí relatada, pero no cabe duda de que lo que allí ocurre está influyendo en la dinámica poblacional de la tórtola.

Así, en sus áreas de invernada, la sequía y los desórdenes climáticos, conjuntamente a la degradación del hábitat y la destrucción de los densos bosques de acacias tienen graves efectos sobre la especie (Jarry, 1997; Boutin, 2001; Ballesteros, 2002).

Por mencionar unas cifras, entre los años 1990 y 2011, ha disminuido un 42,9% la superficie forestal de Mauritania, un 49,9% la de Nigeria y un 38,7% la de Niger (Shmite, S.M. y Nin, M.C. 2015).

El proyecto “Living on the edge”, viviendo al límite (en referencia al Sahel), parte como una iniciativa de Birdlife International, teniendo en cuenta esta interdependencia entre población local y conservación de los hábitats de las aves silvestres. Son sus objetivos la restauración de hábitats naturales, la promoción de usos de la tierra sostenibles y la estabilización o aumento de las poblaciones de aves migratorias. Os animo a ver el siguiente video sobre el proyecto:

CAZA ILEGAL

A pesar de desconocer en muchos casos las cifras exactas, la caza ilegal se muestra también como otro factor preocupante, como señala el ya mencionado Plan de Acción Europeo. Hay datos, por ejemplo, de caza ilegal en Egipto, durante la migración otoñal, con una estimación de 34.534 tórtolas capturadas anualmente (Eason et al 2016). También hay datos de las capturas en las Islas Jónicas griegas, con unas estimas de 69.000 tórtolas abatidas cada primavera, aunque estas cifras son discutidas.

De acuerdo con Zwarts et al (2009), en Senegal y Mali es práctica habitual disparar a las aves posadas o mientras beben en sus bebederos. Esta práctica es facilitada por agencias europeas especializadas en vender incursiones de caza. Se desconocen cifras referentes al número de aves abatidas así, pero se cree que puede estar teniendo un efecto en sus poblaciones.

CAZA LEGAL

No obstante, se viene cazando legalmente a la tórtola europea desde antiguo. En España, por ejemplo, ha sido tradicional su caza, constatándose la captura de hasta 2.500.000 individuos anuales en la década de los 80. En la actualidad se sigue cazando, a un ritmo de mas de 700.000 tórtolas anuales. Se caza en media veda, hacia finales de agosto, habiéndose constatado el solapamiento de este periodo con el final de la cría de las polladas más tardías (Rocha e Hidalgo de Trucios, 2002). En el siguiente gráfico de los autores se puede observar lo dicho.


Según el Anexo II-B de la Directiva Aves, que indica las aves que pueden ser objeto de caza en determinados países, la caza de la tórtola europea está permitida en 10 países miembros: Austria, Bulgaria, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Malta, Portugal, Rumanía y España. En España, hasta ahora, la gran mayoría de las Comunidades Autónomas, la consideraban especie cineǵetica.

Ya en el Libro Rojo de las Aves de España, se hablaba de la recomendación de una moratoria de la caza de la tórtola, para la recuperación de sus poblaciones.

OTRAS AMENAZAS

Otro factor que también se ha mencionado, y que posiblemente juega en detrimento de la tórtola europea, es la presencia y expansión de la tórtola turca (Streptopelia decaocto), especie originaria de Turquía, que ha venido expandiéndose por Europa.

Y es que este ave, además de poder verse frecuentemente en parques y jardines, también se ha asentado en los hábitats preferidos por su pariente, la tórtola europea, habiéndose observado una correlación negativa entre ambas. Es decir, cuando aumenta una, disminuye la otra, como consecuencia, previsiblemente, de competencia interespecífica. Y esto puede explicarse por las ventajas que a la tórtola turca le proporcionan su mayor tamaño, el sedentarismo y la mayor capacidad de reproducción, pudiendo tener hasta 6 polladas al año (en contraste con las 2 o 3 que como máximo tiene la tórtola europea).

De todos modos, la tórtola turca no parece un factor de importancia para explicar la reducción poblacional de su pariente, como ya se menciona en el Plan de Acción Europeo de 2018, pues no es generalizado el hecho de que las dos tórtolas compartan hábitats. También se menciona en dicho Plan que en Europa del Este, donde la tórtola turca ha estado presente durante mucho más tiempo, la tórtola europea no ha sufrido un declive tan marcado.

QUE SE ESTÁ HACIENDO Y QUE MEDIDAS SE PROPONEN

En palabras de Juan Carlos Atienza de SEO/Birdlife, La medida más rápida para reducir su declive es reducir su mortalidad y esto pasa por limitar de forma importante su caza en toda Europa. Esto no puede ser más que el principio, ya que si no cambiamos algunas de las prácticas agrícolas fomentadas por la modernización bajo la PAC y la globalización no podremos frenar la pérdida de biodiversidad que estos cambios de modelo agroganadero están provocando, entre los cuales está el grave declive hacia la extinción de la tórtola europea y muchas otras especies”.

En relación a los usos del suelo, y a la necesidad de implementar medidas en el sector agrícola, no parece haber dudas. Sin embargo, en lo relativo a la caza, no ha habido políticas importantes en la materia. El Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), en una reciente reunión de científicos, entre sus conclusiones, extraía las siguientes:

  • La caza que se lleva a cabo actualmente sobre la tórtola no es sostenible dado el marcado declive poblacional que experimenta en nuestro país, así como en el resto de Europa occidental, por lo que instamos a las administraciones competentes a velar por que deje de practicarse en tanto no cambie la situación de la especie”.

  • Instamos a España a cumplir en su totalidad lo que plantea el Plan de Acción de la Unión Europea, que es hasta la fecha el documento técnico-científico más elaborado que existe sobre el problema actual de la tórtola europea”.

En 2016, el MITECO llegó a recomendar su inclusión en el Catálogo Español de Especies Amenazadas en la categoría “Vulnerable”, ante la proposición de SEO/Birdlife.

En 2019, la Comisión Europea abrió un procedimiento de infracción a España por no proteger adecuadamente a la tórtola, esto es, por no proteger adecuadamente su hábitat y por seguir permitiendo la caza. Y es que, de acuerdo a la Directiva Aves:

  1. Debido a su nivel de población, a su distribución geográfica y a su índice de reproductividad en el conjunto de la Comunidad, las especies enumeradas en el anexo II podrán ser objeto de caza en el marco de la legislación nacional. Los Estados miembros velarán por que la caza de estas especies no comprometa los esfuerzos de conservación realizados en su área de distribución.

  2. Velarán, en particular, por que las especies a las que se aplica la legislación de caza no sean cazadas durante la época de anidar ni durante los distintos estados de reproducción y de crianza.

  3. Cuando se trate de especies migratorias, velarán en particular, por que las especies a las que se aplica la legislación de caza no sean cazadas durante su período de reproducción ni durante su trayecto de regreso hacia su lugar de nidificación.

Ya hemos visto como en España (también en otros países), el periodo de caza se solapa ligeramente con la cría de los últimos polluelos, por lo que los dos últimos puntos no se cumplen.

Posteriormente, parece que la Comisión Europea se ha retractado y va a esperar a ver un Plan de Gestión que está en proceso de elaboración, para decidir que medidas tomar con respecto a la caza del ave.

Qué pasó con la paloma migratoria americana?

Y para terminar, nada mejor que recordar la extinción de la paloma migratoria americana (Ectopistes migratorius). En sus tiempos, fue el ave más numerosa de toda Norteamérica, y quizá de todo el mundo. En 1914, la última paloma migratoria moría en el zoo de Cincinatti. La caza, favorecida por los recientes inventos del telégrafo y el ferrocarril, acabaron con la especie.

El ornitólogo John James Audubon, calculó en mas de 1000 millones el numero de palomas que integraban una sola bandada avistada en Louisville. El mismo autor decía: “El aire estaba literalmente lleno de palomas. La luz del día estaba oscurecida como si de un eclipse se tratase”. Se dice que sus bandadas oscurecían el cielo durante horas, que las ramas de los árboles en que se posaban quebraban con el peso, que el sonido que originaban era atronador. Por otra parte, que la gente, al paso de las bandadas, dejaba sus quehaceres diarios para matar tantas como fuese posible (Valledor de Lozoya, A., 2000).

Ya hemos visto que los problemas que sufre la protagonista de hoy no son solo debidos a la caza, pero como hemos visto, sí juega un papel importante en su declive poblacional.

Concluyendo…

¡Fijaos qué curioso! Hemos empezado hablando de un ave, y hemos terminado dando la vuelta al mundo para intentar explicar los motivos del declive de aquella. Espero que este artículo haya podido arrojar un poco de luz sobre el “relámpago azul”, y que las modestas nubes de tórtolas puedan seguir transitando los cielos por mucho tiempo.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

General

Directiva 2009/147/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de noviembre de 2009, relativa a la conservación de las aves silvestres.

Enciclopedia Salvat de la Fauna. Tomo 4.

International Single Species Action Plan for the Conservation of the European Turtle-dove Streptopelia turtur (2018 to 2028). 2018

SEO/Birdlife. 2004. Libro Rojo de las Aves de España.

www.seo.org

Artículos y Libros

Ballesteros, F. 2002. Tórtolas y girasoles. Excesiva presión y descoordinada gestión cinegética. Trofeo, 383: 51.

Boutin, J.M. 2001. Elements for a turtle dove (Sreptopelia turtur) management plan. Game and wildlife Science,18(1): 87-112.

Browne, S.J. y Aebischer, N. 2003. Habitat use, foraging ecology and diet of Turtle-doves Streptopelia turtur in Britain. Ibis145: 572-582.

Dunn, J.C. y Morris, A.J. 2012. Which features of UK farmland are important in retaining territories of the rapidly declining Turtle Dove (Streptopelia turtur)? Bird Study 59: 394-402.

Eason, P., Rabia, B, y Attum, O. 2016. Hunting of migratory birds in North Sinai, Egypt. Bird Conservation International26: 39-51.

Fenner, M. y Thompson, K. 2005. The ecology of seeds. Cambridge University Press.

Gutiérrez Galán, A. 2016. Aspectos aplicados de la ecología de la Tórtola Común (Streptopelia turtur L.) en un ambiente forestal mediterráneo. Tesis doctoral.

Jarry, G. 1997. Turtle Dove Streptopelia turtur. En, W. J. M Hagemeijer &M. J. Blair:The EBCC Atlas of European Breeding Birds: Their Distribution and Abundance, pp. 390-391. T & A. D. Poyser. London.

Lasanta-Martínez, T., Vicente-Serrano, S.M. y Cuadrat-Prats, J.M. 2005. Mountain Mediterranean landscape evolution caused by the abandonment of traditional primary activities:a study of the Spanish Central Pyrenees. Applied Geography 25: 47-65.

Morel, G.J. y Morel, M-Y. 1979. La tourterelle des bois dans l’extreme Ouest-Africain. Malimbus, 1: 66-67.

Noy-Meir, I. y Briske, D.D. 1996. Fitness components of grazing-induced population reduction in a dominant annual, Triticum dicoccoides (wild wheat). Journal of Ecology 84: 439-448.

Peirò, V. 2001. Écologie de la reproduction de la Tourterelle des bois en Espagne. Faune sauvage, 63-65.

Rocha, G. e Hidalgo de Trucios, S.J. 2002. La tórtola común (Streptopelia turtur). Análisis de los factores que afectan a su status. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura, 198 pp.

Shmite, Stella Maris y Maria Cristina Nin. 2015. “África al sur del Sahara: conflictos y degradación ambiental en el Sahel”. Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía 24 (2): 205-219. DOI: 10.15446/rcdg.v24n2.50221.

Valledor de Lozoya, A. 2000. La especie suicida. El peligroso rumbo de la humanidad, Ediciones Diaz de Santos, Madrid.

Zwarts, L., Bijlsma, R.G., van der Kamp, J. y Wymenga, E. 2009. Living on the Edge: wetlands and birds in a changing Sahel. KNNV Publishing, Zeist.

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