Pinyolà, o la prohibición de polinizar

Como sabéis, esta web trata sobre conservación de la biodiversidad ibérica. El enfoque de algunos artículos, como el de hoy, será desde una perspectiva agraria, sacando a relucir algunos de los efectos que las malas prácticas agrarias tienen sobre los ecosistemas y las especies.

Puede que el tema que hoy traigo sea un desconocido para gran parte de quienes lean estas líneas. Y, sin embargo, es algo que está presente cada vez que hacemos algo tan cotidiano como comernos una mandarina. Ya veis, como suele pasar con el campo, algo tan cotidiano y tan ajeno al mismo tiempo. Desvelemos pues, el misterio.

Quién no ha comido una mandarina y se ha encontrado en su interior esas, para algunos, molestas pepitas. ¿Os sorprendería si os dijera que eso no siempre fue así?, ¿que no siempre las mandarinas han tenido pepitas?, ¿o que no era posible encontrar tantas en un solo fruto?

¿Os sorprendería si os dijera que las grandes perjudicadas en todo esto, para evitar hoy día la presencia de pepitas, son las abejas?

Si te sorprende o te indigna, y quieres saber de qué va todo esto, te invito a que sigas leyendo, para que este asunto deje de ser un misterio para ti.

DE MANDARINOS, PARTENOCARPIA Y POLINIZACIÓN

Para empezar, vamos a tener que introducir algunos conceptos y hablar un poco sobre los distintos tipos de mandarinos.

Como sabéis, en general, para que se genere un fruto, hace falta que los órganos femeninos de una flor sean fecundados por el polen de otra o la misma flor. Esto es lo más habitual, pero los cítricos se salen de esa normalidad y, al menos, por lo que respecta a las naranjas y mandarinas cultivadas en España, los frutos son partenocárpicos, o sea, que no necesitan de la fecundación para tener lugar.

Al no ser fecundados los óvulos de la flor, no se generan semillas, y la flor comenzará su transformación en fruto y posterior engorde gracias a una hormona (giberelina) que, en condiciones normales, generan los óvulos fecundados y que, en estos raros casos, generan ciertas partes de la propia flor.

Ésto no quiere decir que los cítricos no puedan producir frutos si algún insecto o el viento ha polinizado y fecundado las flores, sino que puede dar lugar a frutos sin fecundación, sin que medien, por tanto, las abejas u otros polinizadores.

Y quizá te preguntes, ¿qué interés tiene una planta en producir frutos sin semillas? Bueno. Parece que el interés lo hemos tenido los humanos al seleccionar a lo largo de la historia plantas que carecían de ellas. Piensa en los caquis o en los plátanos.

Ahora bien, ¿te has fijado en la gran variedad de cítricos que existen? Aunque en general podemos decir que son especies partenocárpicas, cada variedad tendrá un comportamiento distinto. Por regla general, los cítricos se clasifican en grupos. Así, para los naranjos tenemos el grupo Navel (las del ombligo), el grupo Blancas y el grupo Sanguinas. Para los mandarinos, tenemos el grupo Satsumas, el grupo Clementinas y el grupo Híbridos (que agrupa a muchos tipos de mandarinos, originados previo cruzamiento de otros).

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Entonces, de lo dicho hasta ahora, lo más importante es que recordemos que los cítricos no requieren de la polinización (y posterior fecundación) para generar frutos. Ahora bien, ¿qué ocurre si tiene lugar esa polinización? O, en otras palabras, ¿qué ocurre si una abeja liba en una o varias flores de, por ejemplo, un mandarino? Pues esto va a depender del grupo al que pertenezca ese mandarino.

Y digo mandarino porque, en general, con las naranjas no hay grandes problemas, pues las más comercializadas, las del grupo Navel (Washington Navel, Lane Late, Navelate, Navelina,..) tienen polen estéril y su embrión aborta, por lo que da igual que hayan sido polinizadas con polen de otras variedades o de mandarino, que NUNCA tendrán semillas. Y sino, fíjate la próxima vez que te comas una de esas naranjas “de ombligo”.

VALE, ¿ENTONCES QUÉ OCURRE CON LAS MANDARINAS?

Como hemos dicho, las mandarinas comercializadas actualmente pertenecen básicamente a tres grandes grupos: Satsumas, Clementinas e Híbridos.

De toda la vida, en España se habían cultivado mandarinos del grupo Clementinas (con variedades como Clemenules, Hernandina, Arrufatina u Oronules, algunas de las cuales habían aparecido por mutación natural en la Comunidad Valenciana). Lo que ocurre es que las flores de los mandarinos de este grupo, a pesar de tener polen viable y gran porcentaje de óvulos fértiles, no pueden fecundar o ser fecundadas por otras flores de la misma variedad (autoincompatibilidad) o de otras variedades del mismo grupo (interesterilidad). De este modo, antiguamente, habiendo solo plantadas en los vergeles variedades del grupo Clementinas, los frutos que se generaban no tenían semillas o tenían muy pocas. Esas mandarinas se generaban gracias al concepto de partenocarpia que antes hemos explicado.

El problema surge cuando, en la segunda mitad del siglo pasado, se traen desde Estados Unidos variedades de mandarino del grupo Híbridos, en teoría porque permiten aumentar el tiempo de recogida y, por tanto, de consumo de mandarinas (ya que se recogen más tarde del árbol). El caso es que los mandarinos del grupo Híbridos (con variedades como Nova, Fortune u Ortanique) tienen gran cantidad de polen viable y óvulos fértiles en sus flores y la polinización cruzada entre variedades de este grupo y las del grupo Clementinas si genera frutos con elevado numero de semillas.

Y es aquí donde las abejas, esas incansables polinizadoras, se han visto perjudicadas.

En palabras de Enrique Simó Zaragoza: “A principios de los años noventa surgieron los primeros problemas en el mercado de cítricos como consecuencia de la presencia de semillas en los frutos destinados a consumo en fresco. En concreto, el incremento de semillas en la campaña 92-93, motivó la reacción del sector citrícola y sus presiones a la Administración dieron como resultado la publicación del Decreto 40/93, de 8 de marzo, del Govern Valencià, sobre medidas experimentales para limitar la polinización cruzada en las plantaciones de cítricos. Esta normativa, obligaba a las colmenas a situarse a más de 5 km lineales de las plantaciones de cítricos en floración y autorizaba a los citricultores a realizar tratamientos insecticidas en plena floración”.

Uno podría pensar, al leer esto, que las culpables de la presencia de semillas en las mandarinas son las abejas. ¡Nada más lejos de la realidad! En qué cabeza cabe que, disponiendo de tales espectaculares floraciones como es la de la flor de azahar, las abejas no iban a estar interesadas…

Era de esperar que la importación de las nuevas variedades Híbridas trajera consigo la polinización cruzada con otras variedades cercanas, teniendo como resultado la presencia de pepitas. Pero es que ésto ya se sabía, pues había ocurrido lo mismo en EEUU, por lo que el error fue el de promover la plantación o cambio varietal indiscriminado de esas variedades.

Y, sin embargo, a la vez que se prohibía la presencia de abejas en las cercanías de las fincas de cítricos, se seguía permitiendo e, incluso promoviendo la plantación de variedades de mandarinos Híbridos, que pasaron de representar un 9% en 1992 a un 23% en 2015 (del total de superficie de mandarinos de la Comunidad Valenciana). Una vez más, los polinizadores, los grandes olvidados.

Sobre la situación creada con esta legislación que enfrenta a apicultores y citricultores, podemos leer: Denuncias cruzadas, sanciones administrativas, colmenas sulfatadas clandestinamente con miles de abejas muertas, campos mallados para evitar el acceso de las abejas… el enfrentamiento larvado entre apicultores y citricultores valencianos se ha sostenido en el tiempo durante las dos últimas décadas. No hace mucho más, sin embargo, la interdependencia entre unos y otros era una cuestión casi ancestral que incluso generó figuras jurídicas consuetudinarias que regulaban estas relaciones”.

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A partir de 2001 y hasta la actualidad, sin embargo, se permite el asentamiento de colmenas si éstos cumplen dos condiciones:

a) Albergar un máximo de 650 colmenas.
b) Contar con el previo consentimiento, por escrito, de todos los propietarios de fincas de cítricos existentes en un radio de un kilómetro alrededor del lugar de ubicación de las colmenas.

Ésto, que algunas personas consideran una tomadura de pelo, es lo que, como decimos, sigue vigente en la actualidad. Y es que resulta difícil de creer que algún productor de mandarinas vaya a consentir la presencia de abejas en su finca pudiendo no hacerlo, sabiendo que si lo permite se expone a la posibilidad de que nadie le compre sus preciados frutos, por presentar alguna pepita.

Más recientemente, existen otras excepciones a la prohibición de mantener colmenas en zona citrícola, con otra serie de condiciones difíciles de cumplir o, al menos, que solo unos pocos apicultores podrán satisfacer.

En cualquier caso, y dado que aún se permiten los tratamientos fitosanitarios durante la floración de los cítricos, aún nos encontramos con noticias como ésta del 15 de abril de 2020:

“¡AVISO IMPORTANTE! NUEVAS INTOXICACIONES POR LOS TRATAMIENTOS DE CÍTRICOS

Conservación abejas

INTOXICACIONES DE ABEJAS POR TRATAMIENTOS EN FLORACIÓN DE CÍTRICOS. CAMPAÑA 2020

En este mes de abril de 2020, como todos los años, estamos detectando nuevos casos de intoxicaciones de abejas por plaguicidas. Rogamos nos avises en caso de que tengas cualquier incidencia de este tipo.

Desde hace cerca de 10 años, APIADS realiza un seguimiento de todos estos casos. La realidad es que todos los años hay más de 50 casos graves que nos han notificado los apicultores y las analíticas confirman la presencia de agrotóxicos tanto en abejas como en material vegetal. Los principales tóxicos causantes de estos casos que aparecen con mayor frecuencia son el dimetoato, clorpirifos, metiocarb y el imidacloprid”.

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Este 2020, Guillermo Rosell decía respecto a la apicultura valenciana: El sector apícola en la Comunitat Valenciana agoniza. El número de colmenas no deja de reducirse, mientras aumentan en el resto de España. Una paradójica situación motivada por los incontables obstáculos que nos impone la Administración a la hora de desarrollar nuestra actividad. El más flagrante y denunciado por parte de nuestra organización es el de la conocida ‘Pinyolà’, o, lo que es lo mismo, los acuerdos para evitar la polinización cruzada de cítricos que impiden la instalación de colmenas en muchas áreas agrícolas y que, desgraciadamente, vemos como se aprueba año tras año desde hace más de dos décadas y en nuestra contra”.

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El panorama, a pesar de una cierta tendencia a dejar de plantar variedades de mandarino Híbrido, no resulta nada halagüeño, como nos comenta una familia campesina testigo de este conflicto:

“Muchos apicultores se han rendido tras años de persecución y han quitado a los cítricos de sus planes para la campaña apícola.

Por aquí la citricultura sigue siendo intocable, a pesar de su profunda crisis de precios y el abandono continuado de campos. Abandonan los pequeños minifundios, el agricultor de toda la vida; a los grandes propietarios, con su manejo agroindustrial hiperintensivo parece que les siguen saliendo las cuentas muy bien.

Y como “crean empleo y riqueza” se hace la vista gorda. Se fumiga ante problemas fitosanitarios y se pasa de las abejas. Y si alguien tiene un problema o ve algo que le genera dudas (tratamientos en plena floración a las 12 del mediodía, por ejemplo), pues que denuncie y se atenga a las consecuencias. Desde luego, no te ganas a un amigo”.

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Y a ti, ¿te han entrado ganas de averiguar de donde viene tu comida? No lo olvides. En tu mano está el hacer del carro de la compra, un carro de combate.

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BIBLIOGRAFÍA

Problemática de los asentamientos de colmenas en cítricos “La Pinyolà” (2003). Enrique Simó Zaragoza

Si las abejas de miel desaparecieran de Valencia… Fernando Calatayud (Agrupació d’apicultors pérjudicats per la Pinyolà”. Abril de 2010

Parámetros de calidad de los cítricos. El problema de las semillas. Bono Ubeda, R., Soler Aznar, J., Buj Pascual, A., 2000. Comunitat Valenciana agraria 16, pp. 7-15

Citricultura. Agustí, M., 2003. Ed. Mundi-Prensa. Madrid

www.apiads.es

4 comentarios en “Pinyolà, o la prohibición de polinizar

  1. Muy interesante. Muchas gracias por darle voz a las abejas. Es triste que Levante, una de las cunas de la apicultura (las pinturas rupestres de Bicorp así lo atestiguan), sea actualmente uno de los lugares más inhóspitos para las abejas…

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